Semana 12: Final del Taller de Narrativa

12 son las semanas que hemos estado desenseñando a desaprender cómo se describen las cosas... La esponja de palabras está hasta arriba pero ¡aún tiene capacidad de absorber vuestros últimos relatos!.

Y no olvidarse jamás que NUNCA TE ACOSTARÁS SIN SABER UNA COSA MÁS.

ALGO HABÍA SUCEDIDO

ALGO HABÍA SUCEDIDO

El viaje se le estaba haciendo larguísimo, parecía como si nunca fuese a
terminar. La verdad es que tenía sueño, no se encontraba demasiado bien y
todavía quedaba mucho viaje por delante. Cuando comenzó a quedarse dormida
se dio cuenta de que había un hombre de mediana edad contemplándole…Era
realmente guapo y parecía tener bastante dinero. Le alegró el día, todo hay que
decirlo. Le miraba de una forma realmente romántica. Le lanzaba miradas
breves y nerviosas, como si tuviese miedo de que le pillase mirándole. No
le extrañó que tuviese aquel flechazo, era razonable, ese día iba muy guapa,
muy enjoyada. Ella tenía0 unos 50 años, pero aparentaba menos. Aún era atractiva y todavía conservba parte de su antigua belleza. No paraba de observarla, tenía unos ojos preciosos, negros como el carbón, bellos. Se enamoró de él, y él de ella. Decidió hacerse la dormida para poder examinarle con los ojos
entreabiertos para que no se diese cuenta. Aún así la vió. Cuando sus miradas se cruzaban ella giraba la cabeza rápidamente hacia la ventana y luego, de nuevo, se volvía hacia él. Le contemplo desde arriba hasta abajo, desde abajo hasta arriba.
Así es. Se hizo la dormida. Sí, todo para poder mirarle. Cuando simuló
despertar, fijó la mirada en algún lugar del tren, ninguno en concreto. Siempre había estado muy orgullosa de su profunda mirada. Ella, como su amado compañero de viaje, también tenía unos ojos preciosos. El miró a aquel
mismo punto. Todo el vagón lo hizo. Todos se habían dado cuenta
de sus intenciones, no podía apartar la mirada de aquel hombre. Los demás
pasajeros estaban riendo para sus adentros, resultaba verdaderamente cómico verles coquetear el uno con el otro en tan avanzada edad. Como ya he dicho, ella iba muy guapa, con muchas joyas. Él pensoq eu tenían mucho valor, no hacía más que mirarlas. Ella le miraba, ya sin vergüenza, suplicándole que le hablase. Pero no lo hizo. Ella notaba que todavía seguía nervioso, por eso decidó
tomar una pequeña medida. Cuando llegaron a una de las estaciones se asomó
para intentar coger un periódico. Fue repentino, se le ocurrió que si se
levantaba, llamaría la atención de aquel apuesto caballero y además podría
entablar una conversación. Alarguó su brazo con delicadeza, pero el viento le
arrancó el periódico de entre los dedos. Tan sólo conseguó salvar una esquina de
la portada. Juguó un poco con el papelito, coqueteando… El miraba al trocito
serio, como decepcionado. Seguramente sería porque a él, como a ella, le hubiese
gustado aprovechar el periódico para comenzar a hablar y así oír su dulce voz.
Le entristeció mucho no poder hacerlo…Luego ya llegaron a la estación y
entonces ya nada tuvo sentido.
Aquella historia se la repitió constantemente en sus últimos días de vida.
La historia del día de la catástrofe. A ella no le preocupó lo que sucedió. Sólo se
preocupo por si misma, había vuelto a morir. Su abuela quedó viuda a los treinta
y cinco. Desde que su abuelo murió, decía su madre, nunca volvió a arreglarse.
Sólo lo hacía cuando viajaba en tren, para darse aires de importancia. Pero estaba
loca, desde que su abuelo murió, estaba loca. No sentía, no le importaba nada,
tan sólo miraba por la ventana. Simplemente, no era consciente de lo que
sucedía. No decía nada, parecía estar hecha de puro silencio. Cuando empezó a
hablar, fue porque ya moría, y cuando, finalmente, llegó su hora, a todos les
quedó una sensación de melancolía. Pensaron en su abuela como era antes, se
acordaron de la abuela a la que ella no conocí... En su lecho de muerte le dijo
que no estaba loca, que nunca lo había estado, que no era un corazón sin alma,
sino más bien un alma sin corazón.
La “DESTRUCCIÓN”, vacío dejó su corazón.

2 comentarios:

antonio dijo...

Este texto... ¿no era uno de los recursos que ofrecían? ¿Por qué está colgado como redacción?

Jose Abellán dijo...

lo mismo me pregunto yo... ¡sólo se ha cambiado el "yo" por el "ella"!

Esponja de palabras es el blog del curso online Taller de Narrativa: durante 12 semanas absorberemos y escupiremos lo que vayamos trabajando en nuestro taller. ¡Bienvenido!
 
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