Semana 12: Final del Taller de Narrativa

12 son las semanas que hemos estado desenseñando a desaprender cómo se describen las cosas... La esponja de palabras está hasta arriba pero ¡aún tiene capacidad de absorber vuestros últimos relatos!.

Y no olvidarse jamás que NUNCA TE ACOSTARÁS SIN SABER UNA COSA MÁS.

Realidad VS Ficción

-Jimmy, vuelve, que estas en la luna.

Miré a Jack mientras trataba de situar mi mente mínimamente cerca de mi cuerpo. Toda la concentración que conseguí reunir me llegó para darme cuenta de que la mañana había pasado y que ya solo estábamos los dos en clase. Mi mente volvió a su propio mundo mientras mi cuerpo se afanaba en recoger los utensilios que debía haber sacado durante la mañana.

Para cuando volví en mi, estaba sentado en mi cuarto, tumbado en la cama. Miré a ambos lados. Mi cuarto estaba recogido, mis tareas hechas, y tenía un libro entre mis manos. Había vuelto a poner lo que yo le llamaba el “piloto automático”. Era como una especie de forma de actuar que mi cuerpo adoptaba cuando mi mente viajaba por su mundo feliz. Llevaba desde los 8 años usando esa “técnica”. Era como una forma de supervivencia. Mi mente había evolucionado de manera que en lugar de necesitar estar en mí para poder funcionar, era capaz de volar por otros mundos mientras mi “piloto automático” tomaba mi vida para que la gente no sospechara de mi distracción. Gracias a esto, llevaba años viviendo dos vidas, y ambas muy bien la verdad.

Tras volar a lomos de mi dragón preferido, decidí que era hora de volver a mi mundo natal, y cual fue mi sorpresa, cuando me di cuenta de que las conexiones entre mi cabeza y mi cuerpo habían cambiado: seguía siendo capaz de llevar mi mente a donde mi cuerpo estuviera, pero de repente, me veía capaz de invocar mi cuerpo a donde mi mente estuviera. Sabía que después de desarrollar la capacidad de autómata en mi cuerpo, era una gran estupidez hacer que mi cuerpo desapareciera en medio de la cena, de modo que por una vez en mi vida, volví a mi propio cuerpo con auténtico placer. Disfrute de una copiosa cena ante la atónita cara de mis padres, acostumbrados a cenar con una enclenque y desganada versión robótica de mi mismo.

En cuanto me acosté, deje viajar de nuevo mi mente, y por una vez tuve un problema. No sabía a donde. Estaba tan deseoso de viajar, que solo era capaz de transportarme a un universo en continuo movimiento, en el que no me atrevía a introducir mi cuerpo, o mi integridad peligraría.

Tras dos largas horas, conseguí transportar mi mente al sitio estable más cercano: mi propia habitación. En ese momento fui consciente de lo que acababa de hacer. Acababa de transportarme a un lugar real ¿o no? Justo la primera vez que me transportaba a un lugar conocido, me encontraba perdido. ¿Debía llamar a mi cuerpo? ¿M e había transportado a otro mundo en el que yo y mi cuerpo habíamos aparecido de pie en el suelo de mi habitación o me había levantado? No tenía ni idea de en que mundo estaba. ¿Real o ficticio? Además, de normal usaba mi cuerpo como referencia, pero ahora, ya no tenía ni eso. Tras un instante de duda, tuve una revelación. No importaba en que mundo estubiera.

0 comentarios:

Esponja de palabras es el blog del curso online Taller de Narrativa: durante 12 semanas absorberemos y escupiremos lo que vayamos trabajando en nuestro taller. ¡Bienvenido!
 
Copyright 2009 ESPONJA DE PALABRAS All rights reserved.
Blogger Templates created by Deluxe Templates
Wordpress Theme by EZwpthemes