Semana 12: Final del Taller de Narrativa

12 son las semanas que hemos estado desenseñando a desaprender cómo se describen las cosas... La esponja de palabras está hasta arriba pero ¡aún tiene capacidad de absorber vuestros últimos relatos!.

Y no olvidarse jamás que NUNCA TE ACOSTARÁS SIN SABER UNA COSA MÁS.

Semana 11: El esqueleto de la historia

A partir de una lista de posibles acciones, tenéis que elegir unas cuantas y relacionarlas de manera que le deis cuerpo a una trama hecha y derecha. A partir de ahí, escribiréis un relato. A ver así, de un mismo conjunto común de hechos cuántas y qué diferentes narraciones podemos construir. ¡Adelante!

50€

En la húmeda región de Galicia, Rocío miraba la lluvia por la ventana se preguntaba cuando pararía el temporal. De repente, llamaron a la puerta. Rocío no se lo pensó dos veces, fue a abrir. Tal fue la sorpresa que se llevó que estuvo a punto de desmayarse: la que había llamado: ¡Era su propia figura! Pero no, tras recomponerse del susto, vio que lo que tenía delante era un espejo, y tras ese espejo había un hombre enfundado en un mono azul.

- ¿ Rocío Márquez ? Aquí tiene su espejo. Firme aquí

- Yo no he pedido…Pero al ver aquél prodigio de orfebrería quedó maravillada de él – Ah sí … el espejo, ya recuerdo, bien ¿ Dónde tengo que firmar ?

Algunas semanas después…

- ¿ Esta vez ha sido en una heladería ? – preguntó el agente Ismael a su compañero

- Sí, el atraco, no ha sido en un banco como las otras seis veces, pero esta vez la hemos cogido. La he interrogado, pero no dice nada.

- ¿ Te refieres a Rocío Márquez, no ?

- Sí, sólo me queda ir a su casa a ver si encuentro algo que me diga por qué siempre deja esos dichosos espejos en los lugares.

- Oye, si quieres me pasas el caso

- No creo que puedas.50euros a que no.

Hecho y a ver si dejas de fumar, que has llenado todo el portal de humo.

Tras abrir la puerta de la casa con la llave que le habían proporcionado, Ismael entro en la casa. No vio nada anormal, así que fue a salir cuando se fijo en un espejo que había cerca de él. Él que lo había hecho, le había puesto empeño. Recorrió la el interior de la casa con la mirada y se preguntó si no sería un error irse tan pronto. Volvió a echar un vistazo, y encontró en un ordenador la página web de una enciclopedia online tenía al espejo como artículo, y subrayado estaba “ De las muchas atribuciones místicas que han recibido los espejos, destaca la de la relación con el alma y la manipulación de las intenciones ” A Ismael le chocó esto, desde que vio el espejo por vez primera, pensó “ Menudo espejo, seguro uqe con el dinero se lo ha podido permitir ” , pero ahora empezaba a encajar las piezas de un enorme puzle que clamaba ser completado.

A partir de ahí, Ismael abrió una investigación que tuvo muchos argumentos en contra por parte de los más escépticos, pero que dio sus frutos: Al enterarse Rocío de lo que Ismael había descubierto habló, y le confesó que aquél espejo la atormentaba y que aún así, sentía que no podía deshacerse de él. Ismael tuvo su versión en cuenta, pero no podía soltarla por eso.

Así que la próxima vez que vio a su compañero, le dijo:
- Toma tus dichosos 50 euros

Bombero en la heladería

-¡Vaya día!- dijo Alberto, bombero de la zona. –Con tanta lluvia, hemos tenido que entrar a una casa inundada para salvar a una familia entera-

-Pero… lo habéis conseguido, ¿no?- inquirió su mujer, Ángela. –Pues con eso a mí me basta, la verdad. Imagínalo: sin vosotros, esa familia estaría ya en la tumba-

-¡El cartero!- se escuchó una voz en la puerta

-Cariño, anda, ve y abre la puerta, que están llamando. Yo no puedo ni moverme, voy a estar todo lo que queda de la noche leyendo el periódico en el sofá!- le pidió Alberto a su mujer.

-Vale, voy- Abrió la puerta, y cogió el correo que le tenía el cartero. También le dio una buena propina, ya que el mal tiempo que hay hacía más duro su trabajo. –Tenemos tres cartas, pero dos de ellas son facturas. Voy a abrir la otra, es para mí-

-De acuerdo, pero intenta no gritar mucho, mejor dejo de leer y me pongo a dormir un poco-
Ángela comenzó a leer la carta:

Querida Ángela:

¿Te acuerdas de mí? Soy Chloe, tu amiga de la facultad. Llevamos muchísimo tiempo sin vernos la pandilla entera. He decidido (por mi cuenta, sin preguntar a nadie, como en los viejos tiempos) que quedemos hoy en una heladería, “Delicias congeladas”, para darle una sorpresa a Julia. Sé que trabaja allí, y… ¡hoy es su cumpleaños! Espero que te guste la idea.

Besos: Chloe.
P.D. También es un bar, así que vamos a cenar allí.

-Vaya, Chloe sigue como siempre- pensó Ángela- pero tiene razón, llevo mucho sin verlas. Eramos inseparables… ¡está decidido! Hoy ceno fuera-

Ángela salió corriendo hasta su habitación, y se arregló: cogió su mejor vestido de un color crema sin mangas, con una elegante rebeca, unos zapatos de tacón, y un bolso de piel, los tres de color marrón chocolate. Cogió el paraguas, y se fue.

Cuando llegó a la heladería, Chloe salió corriendo hacia ella y le dio un abrazo

-¡Pero que guapa vienes!- exclamó Chloe. –Veo que a ti los años no te dejan marca…-

-¿Qué dices? ¿Tú te has visto? Pero si estás increíble. ¡Parece como si tuvieras 20 años!- dijo Ángela, y ambas se pusieron a reír- Te he echado de menos-

-¡Venga ya! No te pongas melancólica. Pero es normal, quién no me va a echar en falta, si era la mejor del grupo: la que os guiaba, la más guapa…- dijo entre carcajadas Choe.

-Si… ¡y la más modesta!- Chloe tenía una risa contagiosa.

-Bueno… ¿entramos? Estoy deseando ver la cara de Julia-

-Vale, entremos: se me había olvidado que también eras la más impaciente: veo que las cosas no cambian con el tiempo, ¿no?-

Ambas entraron, y, tras esperar una cola enorme, se quedaron mirando a Julia en la barra.

-Hola, buenas noches. ¿Qué desea? Tenemos postres que os dejarán “heladas”- dijo Julia, con una monotonía que aburría a cualquiera.

-Pues mira, queremos… ¿un pastel de cumpleaños para la compañera más aburrida del grupo?- dijeron Ángela y Chloe al unísono

-¿Eh?… ¡Chicas!-Julia estaba sorprendida

-¡Feliz cumpleaños! ¿Tienes una mesa libre para una cena de tres?- preguntó Chloe, era la que más hablaba con diferencia de las tres.

-Por supuesto, pero en un cuarto de hora, que es cuando me dan el descanso, y así podremos charlar y…

-¡TODO EL MUNDO AL SUELO, ESTO ES UN ATRACO!-gritó un hombre que acababa de entrar.

Tras muchos gritos, disparó contra el techo y entonces todos se callaron y se tumbaron en el suelo.

-¡Tú! ¡La de la barra! ¡Ya puedes llenarme ésta bolsa con todo el dinero de la caja!. ¡AHORA!-

-Voy, voy- gimoteó Julia, asustada. Precisamente en su cumpleaños…

Empezó a llenar la caja, cuando Ángela vio a alguien acercándose sigiloso por detrás al ladrón. Ese… ¡era Alberto! Le dio un golpe en el cuello, y el ladrón cayó al suelo, desvanecido.

Todo el mundo empezó a aplaudirlo, y Ángela salió corriendo a sus brazos

-¿Cómo sabías que nos estaban atracando?- dijo, casi tartamudeando.

-No lo sabía, pero vi la carta que te envió Chloe, y decidí venir también, al fin y al cabo, yo también conocía a Chloe- dijo Alberto, y llamó a la policía para que se llevaran al atracador.

-Mu mu muchísimas gracias, Alberto- suspiró Julia. –No se cómo agradecértelo…-

-Pues… ¿cogiendo mejor una mesa para cuatro, quizás?- bromeó Alberto.

-Por mí, vale, pero no se si mi jefe…- se lamentó Julia

¿Qué?-preguntó sorprendido el jefe de la heladería, saliendo de la cocina- ¿Qué vamos a tener que hacer esperar a nuestro héroe? ¡Una mesa, pero ya! ¡Y gratis!- gritó-Tranquila Julia, vete con ellos, que invito yo.

-¡Qué buen regalo de cumpleaños!-exclamó Julia, sofocada, y todos rieron.

Mercado

-Carlos me voy al mercado- se despidió su madre

-¡espera que te acompaño!-grito Carlos desde el piso de arriba, acto seguido se metió en su habitación y se puso su gorra, aquel día hacía mucho calor.

-Vamos cariño que se hace tarde- le apremio su madre.

Carlos vivía con sus padres en un pequeño piso en el centro de un gran pueblo, casi tan grande como una cuidad, como cada domingo su madre se disponía a ir al mercado, que tenia las mejores legumbres y verduras de toda la comarca. Salieron de la casa, como siempre todas las calles estaban abarrotadas de gente que iba al mismo lugar que ello o que volvía de comprar la comida del día. Recorrieron plazas y callejuelas que recorrían el pueblo, Carlos se sabía casi todos los atajando memoria y aun viviendo en el pueblo de vez en cuando seguía encontrando algún lugar todavía no explorado con sus amigos.

El mercado estaba a rebosar de gente, Carlos y madre deambularon por los diferentes puestos que lo componían, enseguida su madre paró en una tienda en la que vendían pescado y se puso a hablar con el tendero discutiendo el precio de la merluza, Carlos se acercó a su madre y con gesto arrogante la pidió que le diera algunos euros para poder comprarse algo, su madre dudó un poco, pero al final le dio cinco euros.

-Es tu paga de todo el mes- le advirtió su madre-úsala bien que no te voy dar mas

Carlo se alejó de su madre a través de los puestos y empezó a observar lo que vendían en los distintos tenderetes, había uno de productos hechos de cuero, otro en el que vendían pulseras abalorios muy grandes y otros muchos que no tenían productos muy comunes, como huevos de lagarto o cola de lagartija

-Puaj-se dijo con una mueca de asco. Continúo yendo y viniendo de aquí para a ya sin importarle la hora, lo único de lo que se tenía que preocupar de no perderse pues el mercado llegaba hasta donde alcanzaba la vista, tan grande era que salía del pueblo varios kilómetros. Carlos abandonó la zona en la que se vendían los productos artesanos y llegó a la parte más sombría del mercadillo, allí la gente no charlaba y las personas que compraban tenían todas una pinta muy rara, Carlos quedó fascinado por los productos de los distintos puestos, había joyas bellísimas y muy extrañas también había todo tipo de objetos rotos que no servían para nada: espejos, bolsas, cuadros… Después de un rato de cotillear le llamó la atención un puesto, era una gran tienda de campaña y estaba cerrada, era preciosa, tenía un color morado y adornos dorados y plateados por todas partes, sintió deseos de entra pero se lo pensó dos veces “es de mala educación no pedir permiso” pensé, como si hubiera leiod sis pensamiento la tienda enrolló por si sola pa puerta.

-Hola pequeño ¿quieres entrar?- susurro una voz desde el interior, una mujer menuda salió de entre las sombras -adelante no tengas miedo

-Carlos vaciló, pero al final se dejó convencer por la amable voz de la mujer. La habitación era redonda, perro muy grande, desde fuera parecía mucho más pequeña, sobre la mesa había un sinfín de objetos de aspecto aparentemente vulgar.

.¿Quieres uno?- pregunto la señora

-no gracias… bueno…-dijo Carlos tratando de arecer maleducado

-Cariño no son lo que parecen- dijo la mujer- elige uno y con el tiempo veras lo que puede hacer.

Carlos miró a la mesa, la verdad es que los habría dejado todos allí con mucho gustao pero para no herir los sentimientos de la anciana escogió una bolsa de cuadros, posiblemente la única cosa bonita que había en la mesa. Al cabo de un rato se marchó a su casa, ya era tarde, posiblemente la hora de comer, el cielo se nubló, Carlos apretó el paso, al echar a correr su gorra se le deslizó por la cabeza y calló al suelo “vaya estorbo” pensó y echo la gorra a la bolsa que había adquirido en la tienda, no tardó demasiado en llegar a su casa, entro en la caldeada habitación , sacó la bossa para acoger la gorra y colgarla en algún sitio pero cuando meto la mano en la bolsa no encontró nada “o no mi gorra nueva” se dijo desesperado pues sabía que había costado mucho dinero y sus sus padres se enteraban le castigarían severamente.

A lo largo de los días Carlos fue metiendo más cosas en la bolsa y todas desaparecían misteriosamente, al final llegó a una pequeña y simple conclusión: la bolsa era mágica, y las cosas que caían en ella se perdían “creo que la bruja tenía razón” pensó para sus adentros

Mercado

-¡Ah! ¡Cómo me gusta venir al mercado!- pensé.

Yo, con 9 años, “amaba” estos ratos libres, en los que el olor de las verduras invadía mi olfato, y los colores me dejaban en un estado en el que no podía pensar en otra cosa. La gente pasaba, compraba, se quejaba, regateaba, algunos incluso peleaban, pero yo no: yo estaba quieto observándolo todo. Me llamaban el niño-búho, y con razón: un niño observador y mudo era lo más parecido que podía existir.

De vez en cuando iba fijándome en cada fruta y cada verdura, por entretenimiento (una vez llegué a contar hasta ocho tipos de tomates distintos: maduros, verdes, de rama, de pera…). Pero lo que era aún más divertido era observar a toda la gente con sus distintas ropas: camisas anchas, telas que usábamos para cubrirnos enteros… espera: ese hombre es distinto. Tiene la cara cubierta completamente, y… ¡una pistola!

No lo dudé ni un segundo: cogí un coco que tenía detrás mía y se lo tiré a la cabeza. Premio. Dí de lleno, y el hombre se desmayó. Cuando fueron a ver que le pasaba, vieron la pistola y lo arrestaron. Yo estaba feliz de haber salvado a alguien, pero me llamaron por la espalda:

-¡Oye! ¡A mí me da igual que le hayas dado a un asesino, pero mi fruta no es ninguna bala! ¡Eso lo tienes que pagar!- me gritó el dependiente.

Menos mal que llegó el objetivo del hombre al que le di y me dio dinero para recompensarme, porque si no… pero en el fondo el dependiente tenía razón: miré a mis pies y había millones de piedras perfectas para ser tiradas.

El chico que surgió de entre los árboles

Abrí la puerta, magullada por el tiempo, que conducía al bosque negro y misterioso. Estaba muy nervioso tras dicho encuentro. El animal me perseguía y yo no podía hacer nada. Salté esa valla que tantas veces, en mi infancia, había saltado. Pero esta vez no me esperaba un final feliz. Sabía que esta vez no era mi primo John disfrazado de lobo. Sino un monstruo de 2 metros que había devorado a toda mi familia.

Ese dia de diciembre que había encontrado a mi padre colgado de un árbol, su brazo metido en la boca y triturado. Ese día si que sufrí. ¿De verdad era ese mi destino?¿Acabar huérfano y perseguido por un joven lobo que me quería triturar?

Arasarn quería acabar con mi vida, acabar con todo lo que quería para conquistar el monte Jimkalos. ¡Maldito seas Arasarn! Como un chico rubio, joven y guapo podía ser tal monstruo. Era el demonio personificado.

Abrí los ojos, suerte que en vez de ser perseguido por un lobo, estaba en mi casita, en el monte Jimkalos. Suerte que Arasarn no existía y suerte que…

Miré por la ventana, no me lo podía creer. Un chico joven, rubio y guapo salió de los matorrales. Una estrella negra en un paisaje verde y misterioso, cubierto de pequeños edificios marrones. Era el chico que surgió de entre los árboles, Arasarn…

El cuchillo era grande

El cuchillo era grande, y a mis 6 años ignoraba como el “ tragafuegos” podía hacerlo . En mi tranquilo pueblo que llegara un circo era una fiesta . Incluso cuando ya era mayor seguía admirando a aquella caja de sorpresas que era el circo . Incluso tuve la oportunidad de conocer al “ tragafuegos ” , nos hicimos muy amigos y me llegó a explicar un número en el que tiraba cuchillos a otra persona que estaba apoyada en una especie de muro “ tienes que confiar plenamente en él ” me decía “ si no … mal asunto ” . Pasó el tiempo y una vez fui a verle actuar , sin embrago la persona que iba a ser “ acribillada ” estaba muy enferma y el encargado de otro número me sugirió que yo fuera la persona , así , sin ton ni son , y yo , ingenuo , acepté . Mi amigo se opuso rotundamente , pero el show iba a empezar . Me dio la impresión de que mi amigo tenía algo que decirme , pero no le dio tiempo , y esa vez que salí al escenario , fue mi primera y última vez . Fui un estúpido al no darme cuenta de aquella panda de estafadores que tanto había admirado usaban algún truco ,

Sueños de juventud

Siempre había anhelado viajar.

Aún desde la niñez pasaba las tardes contemplando la inmensidad del océano desde su ventana e imaginando cómo serían las tierras que aguardaban, deseando que alguien quisiera atreverse a descubrirlas, tras aquella vasta extensión de agua lejana e inalcanzable sobre cuya superficie proyectaba el disco solar hermosos reflejos cuando acudía a ocultarse bajo el horizonte todas las noches. Y hacía ya años que Matías esperaba con ansia inexplicable durante cada cumpleaños el feliz momento en que la tarta se partía, confirmando que ya quedaba menos tiempo para que su edad no le impidiera nunca más cumplir sus ilusiones.

Mas el momento llegó. Llegó como llega todo para quienes saben esperar luchando y darse cuenta de que sus más profundos sueños son lo importante. Finalmente hubo de arribar el maravilloso día en que Matías logró apagar las dieciocho velas de su tarta de cumpleaños; y tras él, el momento donde obtuvo su primer trabajo. A pesar del paso de los años, el joven nunca habría de consentir en abandonar su sueño: durante las merecidas vacaciones tras su primer año laboral, Matías partió.

El viaje prometía ser largo, así que Matías optó por abandonarse al sueño desde la aridez de aquel incómodo asiento compartido de avión. Sin embargo, al abrir los párpados de nuevo quiso por unos instantes creer que su mente vagaba aún por los sublimes dominios oníricos y la visión que se ofrecía ante sus ojos conformaba realmente una ilusión. El aparato sobrevolaba un turbulento río que discurría sorteando innumerables obstáculos o lanzando su caudal en saltos imposibles hasta desembocar en el océano azul que acababan de cruzar. No fue hasta varios minutos tras el aterrizaje cuando aquella visión abandonó la cautivada mente de Matías, permitiéndole dilucidar la inquisitiva mirada que una áspera azafata le obsequiaba desde el corredor en un patente reproche silencioso ante su torpe tardanza e inmovilidad. Aturdido, desabrochó el cinturón de seguridad y corrió hacia el exterior, donde una súbita ráfaga de aire helado y puro le lamió el rostro arrancando a su faz una sonrisa: ¡qué comparación posible con el viciado ambiente contaminado reinante en la eterna prisión de su ciudad!

Durante semanas el joven disfrutó, como nunca antes lo había hecho, no de un plácido descanso desde los cómodos hoteles ubicados en la más próxima localidad, sino de días en los que el reposo quedaba relegado a aquellas escasas horas durante las cuales la luz exterior no permitía distinguir más que estrellas sobre el cielo y oscuras sombras en la pared. Pero el calendario apremiaba, y restaba ya tan sólo un rincón por explorar en aquel lugar. Cuando apenas despuntaban las primeras luces tras el rojizo horizonte de la mañana, Matías aguardaba ya despierto en su cama; en pocos minutos, se encontraba vestido y ávidamente preparado para iniciar la última excursión antes de regresar a su país, pues el vuelo reservado al comenzar el viaje despegaría rumbo este a las diez y media de aquella noche.

Primeramente había considerado dedicar su último día de libertad a repasar sus lugares preferidos de entre todos los que había visitado durante semanas, pero su deseo de navegar por aquel río hermoso que le había llamado desde el aire a contemplarle fue suficiente para vencer sus anteriores designios y conducirle hasta aquel lugar. Tras varias horas de caminata, se encontraba ante el sinuoso cauce del bello río causante de sus anhelos.

Rápidamente dispuso la piragua de alquiler que había adquirido durante la mañana y comenzó a navegar por los torrentes de agua que ondeaban haciendo vibrar la embarcación deportiva bajo sus pies. Matías se sentía feliz y sonreía chillando de alegría ante cada inesperado impulso proporcionado por el río: ¡sus más firmes deseos serían cumplidos! ¡Nadie podría evitarlo al fin!

El joven atravesaba una sección del río cuya ribera resplandecía enmarcada por espesas filas de chopos que parecían elevarse hasta tocar el sol. Matías navegaba contemplando distraídamente las algodonadas nubes que poblaban el cielo, hasta que un súbito sonido seco bajo el fondo de la embarcación le obligó a descender la mirada. Apenas su rostro empezaba a reflejar amagos de preocupación cuando un segundo estruendo transformó su expresión en una mueca de terror: un lomo rugoso comenzó a emerger sobre las aguas mientras la canoa se inundaba descendiendo con paulatino siseo hacia las profundidades. Cuando iniciaba su primera y última inmersión bajo la cristalina superficie del río, Matías comprendió que aquel hermoso paisaje sería al fin hogar de su último destino.

CAMINO


Llevaba mucho tiempo deseando que llegara ese momento, el día más feliz de lo que llevaba de vida. Tocaba la excursión de navidad, y como siempre íbamos toda la clase, incluido él. Yo era tan feliz porque iba a estar a su lado, verle como reía, como era feliz con sus amigos, y sobre todo, como era yo feliz viéndole.

La excursión era por la montaña, teníamos que ir abrigados, porque no hace falta decir que ¡hacía un frio…! Cuando llegamos al instituto nos dijeron que nos dirigiéramos al autobús que nos conduciría al bosque en casi pleno invierno.

Una vez en el autobús me senté delante de él, íbamos todo el viaje hablando, de lo que sea, yo con tal de hablar con la persona que mas amaba en el mundo haría cualquier cosa, él me preguntaba muchas cosas, que si me gustaba alguien, y yo siempre le respondía un: no te lo puedo decir…

Cuando llegamos a la montaña él me abrazó. Sin dirigir palabra, siguió sus impulsos. Yo me quedé extrañada. ¡Fue tan bonito! Yo estaba flotando entre sus brazos, oler su perfume, su chaqueta, ¡todo! Seguimos todo el camino juntos, uno al lado del otro, tan felices los dos.

A la hora de comer, paramos en una explanada que había por esas montañas inhumanas. Los dos teníamos el bocadillo de lo mismo, aunque había gente que se traía la comida en un tuperware.

Comenzamos a subir por la montaña y a observar la zona. Todo fue muy romántico, y le dije: tengo frío… y me dio otro abrazo.

Luego paramos para descansar en un camino con los árboles caídos, que todos nos quedamos asombrados de lo bonito que era ese lugar. Magnífico, precioso, y mas determinantes son las palabras para describirlo. Destellaba amor, felicidad, alegría… Y comiendo a su lado, espero a que se fueran todos, o que avanzaran y nos quedamos solos al final de la cola, y se declaró. Nos dimos un beso y fuimos el resto del camino cogidos de la mano. Le quiero.

CAMINO

Circulaban deprisa, como si llegasen tarde a cita muy importante, pero no era así. Llevaban consigo algo de ropa, dinero, toda la vida por delante y un deseo en el alma, viajar rumbo al horizonte, ajenos al mundo, con toda la ilusión que podían albergar sus jóvenes corazones.

Una pareja como cualquier otra a simple vista, pero para ellos eran únicos y nadie podía comprenderlos, por eso marcharon sin avisar, necesitaban desconectar, estar juntos y nada más una buena temporada. Los exámenes y la fatigosa rutina les empujaban a hacerlo.

Partieron hacia el sur, querían calor, playa y mojitos. Jane miraba el mapa con el ceño fruncido, la playa quedaba lejos aún y le apetecía un buen baño. Vieron como emergía un camino de entre los árboles, por la dirección que tomaba parecía un buen atajo, con suerte llegaran más pronto a la playa de lo que esperaban y acortaban por ahí. Así que Leo, sin pensárselo dos veces giró a la derecha y se adentraron en el camino. Todavía no sabían que acababan de cometer el error más grande de sus vidas.

Pasaron las horas, Leo miraba nervioso el indicador de gasolina, no acababa de entenderlo, deberían de haber cruzado el bosque hacía ya largo rato, sin embargo parecía que el camino no acabara nunca. El sol se colaba por entre las ramas de los árboles secos que restaban firmes a los dos bordes de la calzada. A Jane le parecía como si no avanzaran, en realidad pensaba que era el bosque el que iba hacia atrás y no ellos hacia delante. Le dio la sensación de que aquel camino no acababa nunca.

Los reflejos de sol cesaron en su empeño de molestar a Leo, se estaba haciendo oscuro y seguían metidos en el mismo camino, el indicador de gasolina estaba en reserva ya. Miró preocupado a Jane, ella estaba refunfuñando y dándole vueltas al mapa con cara de incredulidad. Le pareció que aún y así nunca había visto a una chica tan guapa como ella, eso pensaba cuando de golpe una gran silueta apareció en medio de la carretera. Le dio el tiempo justo de frenar y girar, los árboles detuvieron el coche de golpe.

Jane recobró el conocimiento cuando ya era de noche y avisó a Leo. Juntos y adoloridos bajaron del coche y se dirigieron a la carretera. Un enorme ciervo envuelto en un charco de sangre ocupaba un buen trozo del camino. Jane rompió a llorar, asustada y triste por la muerte del ciervo. Volvieron al coche, había sufrido algunos daños pero todavía le quedaban muchos kilómetros por recorrer. Habían dejado huella en el árbol, ahora todos parecerían iguales excepto ése.

Circularon una hora más y decidieron parar y acampar. Estaban adoloridos, asustados y muy cansados. Después de montar la tienda, se comieron los bocadillos y a dormir.
Algo perturbaba los sueños de Jane, le pareció oír risas de niños pequeños fuera. Pensó que talvez alguien había acampado cerca pero al asomarse no vio ninguna luz. Se metió dentro de la tienda y le contó lo que ocurría a Leo.

Otra vez. Las risas ahora sonaban más fuertes, pero miraban y no había nadie, los dos estaban cada vez mas asustados. Oían hasta los pasos y las respiraciones de los niños, cada vez más cerca… cada vez más. Se abrazaron asustados sin saber que hacer, y de repente las risas sonaron fuera a escasos metros de ellos, algo empezó a zarandear la tienda, a través de las paredes podían ver perfectamente manos apoyadas que movían la tienda.

Sin pensar salieron corriendo, las risas los perseguían. El coche eligió un mal momento para resistirse a arrancar pero les dio tiempo a escapar. Y ahora, más rápido que nunca, huyeron de aquella pesadilla. Viajaron y viajaron y aquel camino no acababa nunca, horas después el viaje llegó a su fin. Se quedaron sin combustible. Salieron del coche maldecir y a dar vueltas alrededor pensando una solución.

Algo llamó la atención a Jane, un árbol. Todos eran iguales pero ése tenía algo diferente, de repente lo entendió. Se dirigió hacia allí y encontró lo que temía, el ciervo muerto. Con lágrimas en los ojos y desesperación en la voz llamó a Leo. Se abrazaron de nuevo, sin saber que hacer. Cayeron al suelo, desconsolados y sucedió de nuevo. Las risas volvieron a sonar, cada vez más cerca.

Mi barrio

Jamás olvidaré el que fue el escenario de mi infancia y que ahora vuelvo a tener presente. Aquél conjunto de engranajes que encajaban con la precisión perfecta y que tenían la poderosa cualidad de que cualquiera que estuviera entre ellos , se sintiera bien: Mi barrio, mi querido barrio, en el que en el sol parecía no ocultarse nunca, en el que se podía respirar alegría, bonanza y buenas intenciones , en el que la gente nunca envejecía... En ese escenario, fue representada la mayor obra de mi vida, los actores, mis amigos y yo , aún jóvenes ,nos dimos cuenta de que apenas sabíamos nada de la vida y de lo mucho que nos quedaba por aprender. Y como si de una ópera se tratase, todo empezó por la obertura: la noche de la tragedia.

Esa noche falleció un vecino del barrio, un hombre muy introvertido, que no tenía amigos, y que según decían, había matado y devorado a miles de niños. Un cuento de viejas para “ Los niños de Sta. Isabel ” una especie de club que habíamos formado mis amigos y yo y al que habíamos bautizado así por llamarse Sta. Isabel nuestra calle. Esa misma noche, comenzamos una pequeña discusión sobre si lo que el vecino ocultaba en la casa era motivo de preocupación o no, que acabó con la victoria del bando que pretendía entrar a husmear en la casa. A mí me tocó hacer guardia en la calle por si alguien nos veía colarnos. Esperé y esperé y oí un grito desesperado y Ángel , el que había entrado dentro junto con los demás, salió con la cara pálida.

- ¡ Lo he matado ! ¡ Lo he matado !
- ¿ Qué has hecho qué ?
- Me lo encontré en la cocina, al verme se asustó, se desmayó y dejó de respirar.
- Llamemos a una ambulancia.
- ¡ No ! No , no por favor no lo hagas, te lo pido, si me vuelven a coger voy derechito a Girona.

Y así, por amistad, cometí uno de los errores mas grandes de mi vida.En cuanto a losdemás,no los volví a ver. En realidad sí, pero sería una pérdida de tiempo hablar de vidas destrozadas ahora que me queda poco. Los hechos en los que ellos aparecen no son relevantes para esta historia, así que , estimado lector , te ruego olvídate de ellos.

Ya con mis 32 años cumplidos, acepté en París un puesto de botones en un hotel, y cuando este se declaró en bancarrota ,decidí volver a España y allí, en mi barrio, en sus luminosas calles y sus balcones, descubrí que aún tenía cuentas pendientes con el destino. Todo había cambiado, el pueblo había aumentado su población y disminuido su buena reputación. Lejos de ser lo que antes era, mi pueblo se había convertido el un centro de rateros, timadores y contrabandistas con los que a menudo se solían producir altercados. En ese ámbito he vivido hasta ahora, he vuelto a ver a Ángel y he conocido a Sara, con la que he tenido un hijo: Max ,que por cierto es muy amigo de Sergio, el hijo de Ángel. Hace poco ha venido Sergio preguntando por Max , le he dicho que no sabía donde estaba, aunque de repente se ha iluminado y ha dicho que iba a un taller de no se que.En fin, cosas de niños, nada grave.

El niño que quería morir

-¡Quiero morir!-gritó el niño traumatizado por la separación de sus padres.
Abrió la puerta. Encontró en la alfombrilla el objeto que iba a dar sentido a su vida. Un pequeño cuadrado con botones a sus seis lados.
Pero mientras tanto tenía que acabar los deberes de castellano que su odiado profesor le había mandado.
Abrió el libro y encontro una pequeña nota :
« El XPRAGEL puede ser peligroso »
¿Xpragel? Nunca habia oido hablar de eso.

Había acabado sus deberes cuando se oyó un estruendo. Bajó a la sala y vió a todas las personas que odiaba colgadas en el salón incluidas su padre y su madre

-¡No! , ¡Quiero morir!. Gritó el niño.
-El niño dice « quiero morir »-dijo la máquina.

La máquina explotó y nunca se oyó hablar más de James Coey, el niño que quería morir.

Semana 10: Todo ocurre en un lugar

A partir de estos espacios crearéis historias:


>> Mercadillo


>> Bosque


>> Metro


>> Árboles


>> Calle

El encuentro

La nave despertaba emitiendo sonoros rugidos delatores del escaso acierto en diseñar un artefacto capaz de pasar razonablemente desapercibido entre los tan rudimentarios transportes vigentes en la Tierra. ¿O no se llamaba así aquel geoide poseedor de misterioso brillo refulgente y azul?
Evadiendo merced a imprevisibles reflejos de fortuna toda posible vigilancia insuficiente, el aparato se internó en la selva trasladando a sus tripulantes al lugar donde una exquisita belleza natural permanece fraternalmente unida al supremo anonimato: el Amazonas.
Booth 7C y Skating 5XL provenían de un remoto planeta extraviado entre los confines de galaxias lejanas, desde donde la irremediable curiosidad inherente a todo ser que se precie de viviente les había arrastrado a través de los peligros del universo hasta el inigualable planeta cuyo intenso campo magnético vital irradiaba energía creciente, penetrando pese a todo posible obstáculo hasta los límites más remotos del superespacio. Mas ahora, mientras los desconocidos paisajes terrestres comenzaban a vislumbrarse sobre el resplandeciente visor de la nave, tan solo un pensamiento encontraba cabida en las mentes de ambos alienígenas felices: tras el insidioso paso de los años, sus más recónditos deseos se verían cumplidos al fin. En breves instantes, el transbordador espacial descansaría sobre la inexplorada superficie de la Tierra.
Al cabo de unos instantes, ambos descendieron del aparato caminando por primera vez entre una exuberante naturaleza de verdores y hermosura sin igual. Escucharon el melodioso canto de aves entre la maleza y el rumor silencioso de los monos al desplazarse entre las pobladas ramas en busca de alimentos para sí mismos o su descendencia…
La pareja de amigos decidió separarse para recoger la mayor cantidad posible de muestras antes de detenerse a considerar la ineludible decisión de quedarse o regresar, pues el temporizador de la nave la obligaría a despegar al finalizar las dos horas restantes de la ya iniciada cuenta atrás…
Cuando al cabo de una hora regresaron al punto de encuentro señalado para reunirse a deliberar, Booth anunció:
– No he sido capaz de localizar aún un ser vivo inteligente en este territorio singular. ¿Nos marcharemos así o piensas permanecer en este paraje solitario para siempre?
Skating consultó el temporizador de la nave: cincuenta y nueve minutos.
– Corre –afirmó, desesperado e impaciente al comprobar su torpeza en programar el tiempo de espera permitido por la nave-. Veamos si es posible localizar algún ser desarrollado en los alrededores de este lugar. Pensaremos después.
Tras caminar durante largo rato la inescrutable espesura del bosque comenzó súbitamente a clarear a la par que un distante murmullo comenzaba a percibirse en la lejanía. Segundos más tarde se descubría ante los ojos de los alienígenas un activo poblado aborigen de la región cuyos habitantes, al divisarles, dispensaron a los forasteros una calurosa acogida que sorprendió en gran medida a ambos caminantes: ¡ciertamente en su planeta personas desconocidas nunca hubiesen atendido a nadie así!
Radiante ante la maravillosa oportunidad brindada por el destino para indagar con mayor profundidad en los misterios del inigualable planeta que quizá habrían muy pronto para siempre de dejar, Skating activó el traductor Interlingua y comenzó a acosar con innumerables preguntas al anciano indígena que descansaba junto a la vivienda más cercana:
– ¿Desde cuándo vivís aquí? ¿Con qué alimentos subsiste vuestra aldea? ¿Cuál es el origen de esta población?
El anciano jefe de tribu alzó una arrugada mano en señal de silencio y, tras ahondar en las más apartadas buhardillas de su memoria, fijó su mirada en el umbral de la cabaña y comenzó solemnemente a hablar.
– Cuentan que un lejano día Azurbayan…
Hacía ya largo tiempo que las mentes de aquellos seres, alcanzadas por el tentador refulgir engañoso del anhelado progreso, habían relegado al olvido el hechizo encantador de las palabras. Y cuánta maravilla se escondía en ellas, oculta para todos aquellos que negligentemente obvian la importancia de las pequeñas grandes cosas que aportan destellos de color a los procelosos océanos de una gris existencia…
Y así fue como renació en sus mentes desde aquel instante una inmensa fascinación inconmensurable fruto del envolvente hechizo que capta la atención de todo oyente o lector entusiasmado por una narración oral o escrita. Lentamente ambos se dieron cuenta de que, aunque hubiese sido su deseo el permanecer toda su vida en aquel inigualable retiro terrestre donde nada perturbaría jamás una plácida felicidad, debían regresar a su planeta para compartir con sus semejantes aquel insólito descubrimiento maravilloso que cambiaría sus vidas para siempre.
Quince minutos más tarde la nave despegaba transportando a los alienígenas que un feliz día visitaron nuestro planeta más allá del horizonte, al tiempo que aguardaban el momento de transmitir a los habitantes de su lejano planeta la fascinante noticia que transformaría definitivamente aquella monótona existencia.

Semana 9: Economía de la narración

Seguimos entrenando la eficacia de nuestras palabras, pero esta semana con una condición más complicada... ¡¿qué haréis esta vez?!

Ser Bombero

Ser Bombero no es una profesión fácil, para empezar, tienes que ser muy valiente, y segundo has de ser consciente de que la vida de otras personas está en juego, aunque en mi opinión la no es muy difícil ejercer como bombero, lo único que tienes que pensar a la hora de entrar en un edificio que se te puede caer encima o en una tienda que está envuelta en llamas es en salvar a las personas que están allí sin perder ni un segundo, no hay comparación entre los bienes materiales y las vidas humanas, eso es lo que ante todo debe de tener claro un bombero. Nuestra profesión no es sencilla, arriesgas tu vida por eso muy pocas personas tienen vocación

Hubo. Incendio en la calle Lule, el incendio más grande y desastroso que he visto nunca, decenas de personas quedaron sin hogar incluso sin familia, eso me abatió. Al llegar al lugar del siniestro no supe que hacer, la angustia que allí se respiraba me dejo paralizado, me entró miedo, éramos más de veinte bomberos listos para la acción pero eso no parecía suficiente, un compañero me sacó de mi ensimismamiento:

-démonos prisa- me apremió, de pronto todo me quedo claro “fuera miedo” pens锡a por todas!”. El jefe del equipo no tardó más de dos minutos en indicaros que ya podíamos comenzar nuestro trabajo, nos dividimos, a mis compañeros de camión les tocó a todos dar a la manguera pero a mí entrar como al resto del equipo. Corrí hacia las grandes puertas del portal, que ardían pero no me lo pensé y entré, mi visión fue terrible, gritos de angustia y de dolor llegaban desde las escaleras corí con toda mi alma hasta llegar a ellas, el humo no me dejaba ver nada y era consciente de que si no me daba prisa me intoxicaría. Subí esquivando los trozos de madera y de escombros que caían del techo y entre en la primera habitación que vi, ante mis ojos pude ver a dos niños abrazados a su madre que lloraban sin consuelo

-sígame señora pero dese prisa- la dije tratando de consolarla, no dijo nada se levantó,. Cogí a los dos niños en brazos y salimos rápidamente de la habitación bajé las escaleras y ayudé a la mujer a salir del edificio

- muchas gracias-me dijo la señora

- vaya a esa ambulancia- la dije-es posible que sus hijos necesiten atención médica. Volví al edificio, al cabo de media hora estaba ya caso todo quemado por lo que supuse que no tardaría mucho en derrumbarse, estaba agotado y en medio de las llamas en ese instante anunciaron que ya se ha se habían salvado todos las personas posibles de las llamas, me empecé a marear, el humo había llegado a mis pulmones, sabía que era imposible salir del edificio, incapaz de aguantar más tiempo en pie me derrumbé, todo empezó a ser borroso y note como la oscuridad me envolvía ”bueno, iré al cielo” suspiré ”he salvado muchas vidas”.

Voy a morir ahogado

-Ahogado. Voy a morir ahogado- pensó Jesús mientras se hundía en el mar sin logras escapar. –Siempre me lo temí, peor nunca he hecho nada para evitarlo. Me lo tengo me…-

No pudo aguantar más la conciencia: el agua le entraba por las fosas nasales y la presión le zumbaba en los oídos.

Todo comenzó desde pequeño. Jesús era un chico guapo, inteligente, valiente para todo… bueno, para todo no: el agua le daba pavor. Decía que no servía para nada: para beber, estaba el zumo, y… ¿a quién le importa nadar?

Pasó el tiempo, y Jesús sólo tocaba el agua para bañarse, y casi ni eso. Fue tal el odio que le tomó al agua que un día, ya mayor, fue con veneno al depósito del agua local, para que nadie pudiera beberla, pero al mirar hacia abajo y verlo todo inundado, se mareó, y cayó dentro. Sólo le invadió un pensamiento antes de que su vida acabara:

-Ahogado. Voy a morir ahogado- pensó Jesús mientras se hundía en el mar sin logras escapar. –Siempre me lo temí, peor nunca he hecho nada para evitarlo. Me lo tengo me…-

¿QUIEN MATÓ A LA SEÑORA KOLTUNICKY?

En la cena de navidad de hace tres años se juntó toda la familia Koltunicky, el padre, la madre, el abuelo, la abuela y los hij@s (en total 10) junto a todos los respectivos maridos y mujeres, más los nietos y biznietos. Mientras los niños correteaban jugando con todos sus primos y primas, los mayores charlaban amablemente en la gran mesa central de su fría mansión de Beverly Hills. Surgieron varios temas esa misma noche, entre todos ellos, el dinero, el peor tema que se puede tratar en esa familia de devoradores de dinero. El marido de Yasmin, una de las tantas hijas de la familia, comento que se iban a hacer de oro con la venta de unos terrenos de California.
Al oír eso, toda la familia estuvo al tanto, escuchando como murciélagos cada detalle insignificante.
A la mañana siguiente la madre de Yasmin estaba muerta.
¿Por qué la madre? Justamente la persona menos indicada para morir. ¿No tendría que haber muerto Yasmin? ¿O quizás la asesinaron? Tantas preguntas ya mataban.
La señora Koltunicky estaba ahorcada del armario de la habitación más grande de toda la mansión. Era inexplicable. Yasmin entro en un ataque de shock porque, fue ella la que descubrió el cadáver de su madre cuando iba a cambiarse.
Vinieron forenses, investigadores, policías, la mansión estaba rodeada de cámaras de televisión que no se querían perder detalle, aunque, tampoco entiendo muy bien por qué murió la madre.
Después de tres años, ha salido a la luz que quien la mató fue el marido de su hija, la envidia, la avaricia, el dinero, fueron los culpables de su asesinato.
El motivo que dio, que la herencia estaba toda a nombre de su mujer, y si moría, era todo para ellos, aunque, tampoco hubiera dudado en matar a su mujer para quedarse el todo el dinero. Creo que todos pensamos que merecería un gran castigo, ¿no?

LA NUEVA ESTUFA


Se desnudó rápidamente y entró en la ducha. Hacía mucho frío y cruzó los dedos para que agua helada se volviera caliente lo más rápido posible. Antes de entrar en la ducha encendió su vieja estufa eléctrica como suplemento para hacer de su pequeña vivienda de estudiante un lugar mejor. Esa vez tuvo suerte, el calentador del agua fallaba de vez en cuando o tardaba más de la cuenta en funcionar, encima era pleno invierno y a nadie le apetece pasar frío cuando sales de la cama. Estuvo media hora después de enjabonarse debajo del agua caliente. Finalmente corrió las cortinas y salió.

Una ola de aire frío atravesó su pellejo. Maldijo a todos los dioses que conocía. Su puñetera estufa eléctrica había vuelto a pararse. Con la humedad, un sistema de seguridad accionaba los mecanismos interiores de la estufa para que ésta se apagase. Decidió que no volvería a ducharse hasta que no tuviera una que no le fallase cuando más la necesitaba.

Se pasó la noche anterior haciendo trabajos para la universidad, nadie le había dicho que debía dedicar tantas horas fuera de clase para aprobar. Se acostó a las 5 de la mañana y se puso el despertador a las 8 para asistir a la segunda clase de la mañana, no merecía la pena quitarse una hora de sueño para acudir a primera hora. Pero algo salió mal, no oyó el despertador y cuando se levantó el sol ya se escondía. Lo primero que hizo al salir de la ducha fue mirar el reloj. Las tiendas cerraban a las 20.00 y tenía que comprarse su nueva estufa. Se dio prisa para coger el bus de las 18.30.

Miró su nuevo aparato orgulloso, le costó un ojo de la cara, como universitario que era iba mal de dinero, pero estaba convencido de que su inversión no fue en vano. Eran ya las 8 y todavía no había comido nada. Comió las sobras de la cena de ayer, con los deberes que tenía lo último que iba a hacer era ponerse a cocinar.

Con el estómago lleno se sentía listo para ponerse a trabajar. Dos horas después, oleadas punzantes de dolor, empezaron a atacar sin cesar los flancos de su cabeza. Cuando le pasaba esto, la única solución era echarse a dormir, y así fue.

Al día siguiente el despertador empezó a chirriar y esta vez, Francesc, lo escuchó. Nada más abrir los ojos se acordó de su compra del día anterior. Se dirigió al baño, enchufó la estufa y le dio a On. Un leve murmullo y la calidez que emanaba le indicó que todo iba sobre ruedas.

Cuando salió de la ducha, se quedó contemplando anonadado como la estufa seguía en marcha. Contento y aún mojado se plantó delante la estufa satisfecho. Daba gusto ducharse así. Sin más, con el dedo índice de la mano izquierda pulsó Off. Una corriente de electricidad se propagó por su brazo y marchó veloz hacia sus pies dirección al suelo, cruzando todo su lado izquierdo, barriendo su corazón. Francesc no volvería a pasar frío.

Estación

Ocurrió junto al andén , me perseguían unos desconocidos . Salté cuando pasó el tren y milagrosamente me salvé .

Sofía

-¡Sofía, no! –Aulló, pero ella no escuchaba- ¡Sofía, no lo hagas!–. Estas fueron sus últimas palabras.

Semana 8: Historias mínimas

Esta semana destilaremos nuestras historias para llegar a un máximo de 20 palabras, las necesarias para la existencia de nuestro relato. ¿Qué conseguiréis hacer? o_O

No fui

Me llamaron pero no fui: ese trabajo no me interesaba.

Por la calle

Dos compañeros se encontraron por la calle pero continuaron su camino comidos por la envidia el uno por el otro.

Alarmas, luces y sirenas.

Relumbra la tentación tras los cristales. Alarmas, luces y sirenas. Finalmente, ilimitado tiempo para comprender lo frágil de nuestras convicciones.

EL TERREMOTO

Cuando llegué todo había desaparecido, era como si algo tremendo hubiera pasado, y yo no estuve presente

El día de mi muerte

Un hombre en el bar. Otro hombre entra y dispara al primero. Furia y rabia salen de mi y muero.

Al-Kazán

Listado de acontecimientos presentes en la narración

1. Tras el nacimiento de Al-Kazán y sus hermanos, la familia del chico vive inmersa en la miseria en un infortunado país del África subsahariana.

2. El padre de familia consigue ser aceptado en un pequeño trabajo y la familia logra sobrevivir aceptablemente entre la pobreza.

3. La madre de Al-Kazán se queda embarazada nuevamente, por lo que todos están muy preocupados acerca de cómo será posible alimentar a tantos hijos. Al nacer el niño descubren que se trataba de trillizos, así que la situación es ya insostenible y Al-Kazán, hermano mayor de la familia, se siente responsable del destino de los bebés y decide marcharse ilegalmente a probar suerte en otro país.

4. El joven embarca en una patera con otros inmigrantes en pésimas condiciones, desembarcando en España.

5. Deambula perdido por la ciudad hasta que se encuentra con una generosa pareja sin hijos que decide adoptarle y proporcionarle unos estudios, trabajo y papeles para que pueda valerse en el mundo.

6. Con el paso de los años, Al-Kazán se convierte en heredero de la dirección de una importante empresa y logra reunir una considerable fortuna.

7. Al cabo de veinte años, el joven regresa a su tierra para compartir con su familia la riqueza que ha alcanzado gracias a un golpe de suerte unido a su trabajo y esfuerzo.

Primera historia

El estrecho timón de la embarcación cortaba con cautela las aguas limpias del océano entre un callado rumor mientras avanzábamos silenciosamente en la noche evadiendo los indeseados vigilantes presentes en la zona, tarea sencilla merced a la patente desidia policial manifiesta en aquel lugar. Viajábamos sin papeles, ninguno de nosotros los tenía, pero recordando pensé que todo lo que sucediese sería mejor que aquello que ocurría en la tierra devastada cuya miseria nos había obligado a huir exasperados por una vida inmersa entre las llamas de la guerra, la indigencia y la autoridad en un país humillado donde nuestra misma raza nos gobierna con tiranía sin ceder en su opresión. Y sólo recordé entonces, mientras la difuminada línea costera comenzaba a dibujarse brumosa en la distancia, porque no todos osamos hacerlo a tiempo de volver atrás.

Nací el octavo día de julio durante una calurosa tarde soleada como tantas otras en el verano de 1994, primero de seis hermanos que me sucederían con el paso de los años marcando el destino de una miserable familia lastrada por la pobreza que subsistía perdiendo las esperanzas de lograr una vida mejor. Pese a las dificultades y contra todo pronóstico, la admisión de mi padre como ayudante en una pequeña granja local permitió la subsistencia aceptable de nuestra familia, que aprendió a vivir alegre entre la miseria aceptando con resignación duros trabajos a cambio de unas monedas con las que eludir, al menos durante cierto número de escasos días, el peso abrumador del hambre y la mendicidad. Sin embargo, mientras discurrían estos duros tiempos tímidamente felices no podíamos imaginar que todo acabaría aquel día en que descubrimos, horrorizados por lejanos recuerdos, que nuestra madre se encontraba embarazada de nuevo, instante desde el que nuestras vidas se transformaron en una cobarde espera durante días en los que cada amanecer marcaba el temido comienzo del fin. Pero ineludiblemente todo lo que posee inicio ha de encontrar tarde o temprano su final, y así sucedió cuando mis tres hermanos llegaron al mundo entre un abrasante juego de miradas que tan sólo ellos pudieron evitar sentir. Y recuerdo aún ahora con indeleble nitidez aquel instante a partir del cual los efímeros días de prometida dicha hubieron acabado para nosotros, viéndonos obligados a abandonar el hogar en busca de una perdida esperanza para todos.

Discurrían por mi mente estos pensamientos mientras la pequeña embarcación sigilosa me transportaba acercándose paulatinamente a la luminosa línea de costa que emergía mostrando una espléndida ciudad como ninguno de nosotros había visto nunca, embrujada a la luz de una hermosa luna de medianoche. Desembarcamos en una apartada esquina de la bahía sin pronunciar una palabra y nos separamos, dirigiéndonos una mirada que expresaba la duda compartida por todos acerca de cuántos amaneceres contemplaríamos sobre la tierra de aquella ciudad que tanto nos había costado alcanzar antes de ser obligados a volver.

No pasó largo tiempo hasta que me supe el único afortunado entre todos los que aquel día desembarcamos en una inolvidable playa desierta sin saber cómo ni para qué, y todo gracias a ellos. Ayudado por una familia desgraciada entre la riqueza por carecer del preciado tesoro que en su día llegó a causar nuestra miseria, familia a la que considero mía más que aquella que me vio nacer. Personas hastiadas por el peso de una irresoluble adopción a quienes hice felices tan sólo recibiendo todo lo que ahora soy y puedo llegar a tener.

Y sé que algún día volveré a la tierra olvidada donde crecí durante los primeros años de una infancia siempre lejana a la inocencia, para regresar con mi familia relatando tras el paso de los años el milagro imposible de mi aventura.

Segunda historia

La resonancia lejana de motores llenaba la apacible estancia mientras la cabina se elevaba progresivamente apuntando hacia un cielo refulgente y azul. Todo parecía indicar una cotidiana jornada en la vida de los pasajeros de aquel avión y sin embargo, no sería aquel un día cualquiera para una persona que observaba el paisaje perdido en la paulatina distancia a sus pies: aquel día de soleado invierno, Al-Kazán regresaba a casa. Adormilado por el suave ruido de la maquinaria, el joven comenzó a soñar.

Su mente viajó hasta el brumoso día inolvidable en que se encontró cruzando ese desconocido océano intensamente azul que ahora sobrevolaba, arrastrado por la responsabilidad de una familia inmersa en la impotencia de la miseria entre la opresión de un país tiránico y humillante. Y recreó de nuevo su desolada confusión tras el desembarco y las horas en que deambuló por las calles solitarias de una ciudad desconocida sin saber adónde dirigirse a continuación. Pero entonces aparecieron ellos, apenas una pareja contemplando la noche desde la verja labrada de su lujoso jardín. Una solemne mansión como él no había visto nunca, perdida entre las tinieblas de la soledad a medianoche. Y todo cambiaría para siempre.

Ellos fueron quienes proporcionaron todo a aquel muchacho perdido que sería para ellos el hijo que no pudieron tener nunca: sus estudios, trabajo, papeles e identidad en el mundo inexplorado que hubo de conocer. Aquella magnánima familia quiso ofrecer una oportunidad a quien aprendería a lo largo de los años la forma de aprovecharla; veinte años más tarde, Al-Kazán heredaría la dirección de Hardware Solutions SL, mostrando que a través de la constancia todos somos capaces de lograr lo que el destino de nuestra vida nos permite descubrir.

Al-Kazán abrió los ojos, sobresaltado por el creciente sonido del avión que rugía aproximándose una tierra que no pudo evitar reconocer: al fin, desde la distancia, el joven contemplaba de nuevo las arenas rojizas del desierto evocando lejanos recuerdos nublados por la distancia.

Y ahora, apenas varias semanas más tarde, nuevamente un avión comienza a despegar; esta vez en su interior resplandecen rostros sonrientes desvelando su alegría. La familia de Al-Kazán se traslada a España, contemplando por primera vez un horizonte que despunta rebosante de esperanzas.

El Guardián

Sentía como el aire acariciaba su melena, una corriente fría que arrastraba el tiempo. El mismo aire que recorría indefinidamente rumbo al horizonte, desde siempre. Pensaba en el transcurso de su vida, modesta y desapercibida. Durante toda su existencia, se había sentido un espectador, le gustaba sentarse y observar lo que hacían los demás, luego disfrutaba rememorando escenas que le habían llamado la atención y las escribía. Ahora, a los 78 años, no se podía llegar a imaginar cuanto había escrito a lo largo de su vida.

Se ganó el pan escribiendo, era lo único que sabía hacer, pero a nadie le gustaba. Como solución, escribió una gran novela muy comercial, a la que todo el mundo le gustaría, el éxito fue tal, que le proporcionó la suficiente suma de dinero como para llevar una modesta vida a la sombra de los demás. La escritura, le condujo también a estudiar historia, leyó a los grandes historiadores, aprendió como el que más. Creía que la lectura, la escritura y la historia les unía un estrecho ligamento. El mejor secreto mejor guardado residía en esa relación de elementos, el la descubrió.

Viejas leyendas hablan sobre una historia ocurrida hace ya mucho tiempo. Sucedió cuando Roma aún estaba gobernada por reyes, siglos antes de cristo. Una vieja anciana, se presentó ante el rey con nueve libros debajo el brazo. Cuando se los ofreció a cierto precio, el rey se le rió en la cara por lo exorbitante de la suma. Ella, sin regatear, dio media vuelta y marchó sin decir palabra. Quemó tres de los nueve libros. Al día siguiente, se presentó de nuevo, esta vez con los seis libros restantes, se los ofreció al mismo precio que el día anterior. El rey, aunque con menos seguridad, rechazó la oferta. No tenía ni idea de quien era esa anciana pero las dudas empezaron a hurgar en su interior. Al día siguiente, la anciana hechicera volvió a aparecer, solo llevaba 3 libros consigo, los otros habían sido quemados por ella. Cuando se los ofreció de nuevo al rey con la misma oferta, éste, aceptó sin pensárselo. La anciana aceptó el dinero y desapareció, al parecer hasta día de hoy. ¿Quién podía ser esa mujer? Nunca lo sabrían, pero esos volúmenes contenían profecías que ayudaron a los romanos a mantener su imperio durante siglos. En situaciones difíciles, algunos romanos extremadamente bien elegidos consultaban esos volúmenes para saber que opción debían tomar.

Fue a partir de esta historia, que intentó descubrir quién fue aquella anciana, quién escribió las profecías, porqué las quemó, y sobretodo, cómo conocía lo que iba a suceder. No es ningún secreto decir que la historia, tarde o temprano, siempre se repite. Los grandes imperios, por enormes y poderosos que sean acaban cayendo como han hecho siempre, muchos historiadores lo afirman, la historia tiende a repetirse. Ahora mismo podríamos encontrar bastantes y claros ejemplos de semejanzas entre el quehacer de los romanos y nosotros mismos.

Tras cavilar y darle vueltas, tras estudiar la historia del mundo, llegó a fuertes conclusiones. Se vivían tiempos agitados en esos momentos, la sociedad actual se había corrompido en su propia decadencia, violencia en las calles, estados democráticos sumidos en la más absoluta anarquía. Imperios financieros arruinados, el primer mundo empezaba a asemejarse al tercero. Las altas tecnologías habían causado millones de muertes y se volvía al cuerpo a cuerpo. Japón, la mayor potencia mundial dominaba el mundo.

Y él, sintiendo como el aire frío acariciaba su melena se dirigía con paso firme hacia su destino. La única solución residía en los libros, almacenes de conocimiento, de otros tiempos, de lo acontecido, de la imaginación, de los sueños y las esperanzas que aun restaban en los corazones sin corromper de la sociedad. Había un hombre que aún podía cambiarlo todo, el lo sabía. Sus miradas se cruzaron, y con el peso de nueve libros bajo el brazo se dirigió hacia él.

Asunten

Hace muchos años, durante la edad media o así, existía en un hermoso reino llamado Asunten. Este poseía una biblioteca enorme y majestuosa, era la envidia de los reinos de los alrededores.

El reino vecino se llamaba Muros, su rey se llamaba Rollas, era muy despiadado, deseaba ardientemente apoderarse de la majestuosa biblioteca pero nunca podía hacerlo. Al ver que le era imposible hacerse con la biblioteca por la fuerza, decidió quemarla, “así al menos Asunten no tendrá nada de lo que presumir” pensó complacido el malvado. Al cabo de unos días envió unos de sus soldados de más confianza disfrazado de mendigo a la hermosa ciudad, y cuando consiguió entrar se dirigió directamente a el centro de la misma, se fijo en sus calles, todas eran alegres y en ellas había puestos con vendedores que gritaban, y de niños que correteaban, el soldado no se atrevió a quemar la biblioteca, Muros no era en absoluto alegre y en todas partes se respiraba odio y tristeza en cambio en esta ciudad era todo lo contrario. Aunque todos los habitantes de Muros muy crueles algunos tenían un buen corazón y el soldado no pudo realizar el crimen que le habían encomendado, en lugar de eso y a espaldas de su rey se paseó por las calles llenas de vida, compró e incluso fue a la hermosa biblioteca a comprobar si eran ciertos los rumores y en efecto se quedó fascinado.

Al volver al reino de Muros el rey se enfureció con él por no haber quemado la biblioteca, muchos soldados fueron enviados a la ciudad ero ninguno tuvo el valor de destruirla por lo que el rey decidió ir en persona, al llegar a la ciudad a diferencia de sus compatriotas no sintió nada de compasión y se dirigió directamente a la biblioteca , llevaba escondido en su capa unos palos mágicos que le había entregado el hechicero de Muros “prenden con la humedad” le dijo el mago, En rey pensó que sería mejor quemarla desde dentro, para que prendiera bien, entró en una de las secciones y acercó unos de los palos al ejemplar más gordo, en un momento este prendió , el fuego se extendió por la biblioteca el rey volvió a sus país contento de su cruel acción, toda Asunten fue cubierta por el manto de la tristeza, los niños ya no corrían, los tenderos ya no gritaban todo se volvió negro, las gentes olvidaron la magia de los libros, ya nadie se acordaba de los días de gloria.

Al cabo de muchísimo tiempo unos mil años, dos arqueólogos llamados Daniel y John fueron a visitar la cuidad que ya estaba abandonada, recorrieron las calles y plazas ¿Por qué habrían abandonado esa ciudad? Daniel se acercó a lo que un día fue la plaza del palacio, se quedó muy sorprendido, allí había una placa que rezaba.

“Esta ciudad fue abandonada por la oscuridad que se cernía sobre ella cuando fue quemada misteriosamente la biblioteca hacia el año 1142 y al no poder vivir los habitantes con tanto silenció, huyeron”

Daniel intentó mover la placa, esta cedió con gran facilidad, gritó de alegría, John se acerco extrañado, allí había un agujero muy estrecho pero lo suficientemente grande como para que cupiese una persona delgada, de esta cualidad afortunadamente sí que estaban dotados ambos arqueólogos. Se ataron una cuerda a la cintura y empezaron el descenso, la verdad es que no les llevó apenas tiempo porque sus pies pronto tocaron el suelo, encendieron la antorcha y quedaron maravillados, allí ante sus ojos había libros y libros, más antiguos que la hermosa ciudad olvidada, intactos, esperando a ser abiertos.

Los libros son la base de conocimiento y de las aventuras, con ellos puedes volar lejos de tu habitación o de donde quiera que estés y recorrer el mundo o inventar el tuyo, por eso los habitantes de esa ciudad se marcharon, no había vida, nada de lo que hablar, y en la actualidad con todas las consolas y los videojuegos todos se creen que los libros están siendo sustituidos, pero esas personas están muy equivocadas.
De: Carmen Soldevilla

La mano

[Culpa mía por no haberlo colgado antes... Fdo: Jose]

Estoy aburrido en clase de geografía.

La verdad es que la profesora no me hace caso.Nadie en mi colegio me hace caso.
Ojalá conociera a alguien que me comprendiera. Todos son diferentes a mi. No es divertido.

Estoy aburrido en clase en medio de una reflección. Pienso si no seria mejor cambiar de colegio. En este colegio los profesores no me hacen caso, mis compañeros tampoco pero me tengo que aguantar. No puedo cambiar de colegio por la situación de mis padres. Están muy felices trabajando aquí.Ojalá pudiera ahcer algo.

Tengo la cabeza llena de pensamientos indescifrables. Mi padre dice que soy diferente a los demás.

Mi padre es mi mejor amigo. Tengo en él una confianza mordaz. Es el único que me comprende. Creo que somos dos entes muy similares.

Me aburro en el cole. Por esa razón no puedo parar de pensar.

Aburrimiento.

Miro la carta de Grecia. Aun más aburrimiento. Veo a mis compañeros fascinados viendo grecia por primera vez. Ojalá no lo hubiera conocido yo Grecia y la descubriera ahora. Nos mandan hacer un ejercicio. Lo hago.

No sé si eran alucinaciones pero de repente me salieron manos de los ojos, cogieron el ejercicio y lo tiraron al suelo. Lo recogí y otra vez apareció la misma mano. Así sucesivamente hasta que al final lo dejé en el suelo.

Lo mas extraño es que esas manos me salen cuando estoy aburrido o…

Después se lo conté a mis amigos y a mi padre y…

No recuerdo más.

La ficción es una flor que crece y crece sin cesar y que deposita sus semillas en la realidad.

[Culpa mía por no haberlo colgado antes... Fdo: Jose]

La ficción es una flor que crece y crece sin cesar y que deposita sus semillas en la realidad. La ficción es un elemento muy similar a la realidad pero al mismo tiempo totalmente diferente e inverosímil. La realidad es una tonalidad muy importante en la vida pero la ficción se necesita de verdad porque es la linea que une a dos mundos totalmente diferentes y al mismo tiempo iguales.

La realidad es un Hecho tan verosímil que aveces parece lo contrario. Ficción es el término que utilizamos para decir algo que pasa de lo normal. Estoy seguro de que si vieramos banales las cosas que ahora llamamos ficción entonces llamariamos ficción a lo que ahora llamamos banal.
Un mundo de ficción puede tener diferentes tonalidades : por ejemplo puede ser un escenario inventado pero con personajes históricos o un mundo totalmente inventado con personajes subrealistas como el principito, de Antoine de Saint-Éxupéry o Alicia en el pais de las maravillas…

Creo que la ficción muchas veces es sinónimo de imaginación. La ficción puede ser diferente. Hay libros en lo que todo o casi todo es ficción, pero si se escava mas se encuentra el sentido a todo. Como el principito,ya nombrado,trata sobre un chico que encuentra a un principito en medio del desierto del Sahara. El principito le explica su viaje por todo el universo buscando un amigo. Este tono de ficción encuentro yo que es ficción desbordante,mi favorita.

Desde que era pequeño me ha gustado encontrarle sentido a todo hasta que un dia me di cuenta. La raza humana es especial por siempre querer tener una explicación para todo.
Lo que mas me ha gustado desde pequeño es estudiar a esta raza tan especial. Es una raza tan simple y al mismo tiempo tan complicada. Pero a donde quiero llegar con todo esto es que me di cuenta de que no podia resolver todo. Desde entonces he intentado no encontrarle sentido a las cosas para comprenderlas. La ficción es esa pizca de subrrealidad que aparece en todas partes. Es un termino imposible de evitar. Si nos quedamos solo en la realidad nos daremos cuenta en que todo en esta vida es ficticio.Por eso encuentro que la ficción es esencial.

Carlos Aledo Lopez

Semana 7: ¿Para qué contamos?

Yo... esto... ¡es una pregunta muy interesante!.



Ya es de día

Uf, menos mal. Ya es de día. Qué poco me gusta la noche. Es un momento silencioso, en el que nadie habla. Es siniestro: un mundo enmudecido, por el sueño, según me habían explicado mis padres. Vi a mi madre, y le dije hola… o eso pensaba.

¿Por qué no podía hablar? Mi madre me miró, agachó la cabeza, y siguió. Lo mismo pasó con mis hermanos. ¿Qué había pasado? ¿Por qué nadie podía hablar? Lo peor de todo fue cuando quise coger un cuaderno, porque quería que ellos me lo explicaran, pero mi mano no cogía el bolígrafo: no quería hacerme caso. No podía hablar, mi mano no respondía a mis impulsos de escribir algo. No lo entendía, pero yo tampoco podía comunicarme. Nos habían desaparecido las palabras. Se qué decir, lo que quiero gritar, susurrar, responder, replicar, pero no puedo.

Quiero expresarme, quiero decirle a todo el mundo lo que siento, lo que odio. Abro la boca, pero no salen palabras, solo un leve gruñido. Es lo máximo que mi garganta podría ofrecerme. Y se lo agradezco. Es lo único que me hace no volverme loco, pensar que pude hablar, expresarme, contar mis historias, mis desdichas…

Pero los oídos si captan ruidos: coches, pájaros, el crujir de las hojas, el susurrar del viento… pero ninguna palabra. Veía a mis amigos, pero les pasaba cómo a mí. No sabían por qué, pero no podían hablar, y no estaban acostumbrados. Era siniestro: un mundo enmudecido por… ¿quién me lo explicaría ésta vez?

Yo, la verdad, es que dudo que la historia del país, de la Tierra, de la galaxia, del universo pueda resistir a la no habla. Pero, en el fondo, sólo es un punto de vista, un punto de vista que jamás podré volver a expresar.

Pero, ¿quién sabe? Quizás la raza humana salga de esto: los delfines ya lo han pasado.

LA ORDEN SINTÁCTICA: El culto a lo culto

Vamos , vamos tenemos que huir .

- Pero señor Sans los libros pesan mucho . ¡ No lo conseguiremos !
- En ese caso , quiero que huyas con los libros y que los protejas .
- ¿ Y usted ? ¿ Qué hará usted ?
- No preguntes y vete . Un momento … ¿qué día es hoy , Pierre ?
- 28 de noviembre de 814
- Solo faltan tres días para que vengan . ¡ Vamos , vete ! ¡ VETE !

De repente , los guerreros destrozaron la puerta con su ariete y el capitán entró en la sala.

- Pierre , Daniel , es inútil oponerse .Al parece nuestro jefe quiere acabar con vosotros ya , tanto , que ha adelantado vuestro arresto . Si de verdad queréis ser fieles al emperador, que en paz descanse , debéis quemar esos libros .

- ¡ Mentira ! – gritó Daniel - Sabes perfectamente que su majestad Carlomagno repudiaría esa idea . El me encomendó que yo prosiguiera su legado y protegiera la cultura ¡ y lo voy a hacer ! ¡ aunque me cueste la vida !
- Así sea .
- ¡ Corre Pierre ! – gritó el maestro Sans .
Y los dos salieron corriendo por la salida trasera con las carretillas llenas de libros apilados . Sabían que no saldrían con vida , pero lo habrían intentado . Y sin embargo no fue así .

…………

30 años después , el joven Pierre ya había formado una familia, lideraba la resistencia y lo que era más importante , había reclutado junto a su maestro personas suficientes para enfr enfrentarse a lo que ellos consideraban el fin del mundo : el nuevo movimiento anti culturista que había surgido en Poitiers , Francia . El líder de aquella horrible idea , Julio Espina , había sobornado a multitud de reyes y nobles a cambio de recibir su ayuda . Nadie sabía por qué lo hacía , pero un cosa estaba clara, la Orden Sintáctica , como así se llamaban , no iba a permitirlo . Esta orden protegía a escritores con muchos enemigos y a la literatura en general . Tenían bastantes afiliados , aunque últimamente la situación era bastante tensa : Espina amenazaba con atacar y los superaba en número . Y ya no sólo quemaba libros , sino también partituras musicales , así que se fundó una nueva orden , la Orden d Arezzo ( en honor a Guido d' Arezzo ) , aunque enseguida fue derrotada . Sin embargo , los sintácticos sabían que lo peor estaba por venir .

En efecto , pronto habría una gran batalla , de la que resultaría un vencedor . Los sintácticos eran personas que darían su vida a cambio de salvar las artes narrativas . Su lema era : “ Cayó la biblioteca de Alejandría , pero no caerá la nuestra ”

Tres días después , ambos bandos supieron que había llegado la hora de la lucha definitiva .

La batalla fue épica : Cultos contra bárbaros . No podría haber mayor oposición . Al empezar la lucha , los sintácticos , con mas caballos pero menos armas , se lanzaron a por los otros y hundieron las hojas de sus espadas en los abdómenes de los enemigos . Sin embargo , también cayeron muchos de ellos . La lucha estuvo tan reñida , que podría decirse que nadie sobrevivió a efectos prácticos . En cuanto a los jefes de ambos bandos , Pierre y Julio lucharon encarnizadamente hasta mas no poder , hasta que Julio aprovechó un minúsculo despiste por parte de Pierre y le clavó la espada a éste , que cayó al suelo . Julio se dio la vuelta dando por terminado el combate , pero oyó una voz quejumbrosa tras de él : “ Viva el emperador ” , y después , sintió como la espada de su adversario le rodeaba el cuello y le desgarraba la piel y un enorme dolor en la espalda y cayó muerto .

Epílogo

Tras matar a Julio , Pierre , herido , fue atendido por los suyos y tras su recuperación , se convirtió en el nuevo rey , y posteriormente , en el nuevo emperador . El poder se había restablecido . Larga vida a Carlomagno .

ALGUIEN TIENE QUE DECIR ALGO MUY IMPORTANTE A OTRA PERSONA. PARA HACERLO, DECIDE INVENTAR UNA HISTORIA.

Pablo es un chaval enamoradizo, con mucha facilidad de enamorarse y enamorar. Hace dos semanas le presentaron a una chica que se llamaba Laura, fue un amor a primera vista, él se enamoró perdidamente, lo que no sabía era si ella sentía lo mismo por él, pensaba que no, pero no lo tenia muy claro. Lo que sí tenia claro es que se pasaba todos los recreos buscándola hasta que la encontraba y se quedaba allí lo que quedaba de tiempo libre. A la salida, iba detrás de ella también, aunque, ella no se daba cuenta.

Harto de perder el tiempo, Pablo decidió escribirle una historia en un papel y dejársela encima de su mesa. La carta decía así:

Erase una vez, un niño que se enamoró de una persona al presentarles, él se enamoró de su mirada, de su físico, de su todo, estaba enamorado hasta el cuello, pero no notaba respuesta ninguna de ella. Piensa que es perder el tiempo, que todo lo que hace es en vano, a si que él ha decidido ponerle esta carta a la persona que ama para explicarle su historia, no sabe si va a responder, pero por lo menos espero impresionarla. Hablando de otra forma, que te quiero muchísimo, esa persona soy yo, espero que averigues quien soy y que me digas tu opinión. Pienso que ninguna persona te ha querido ni te va a querer tanto como yo.

Te quiero.

A raíz de ahí Laura se pasó día tras día buscando a esa persona que le escribió eso tan bonito, creo que está enamorada de ese personaje.

Hace dos semanas Laura descubrió que la persona que le escribió la carta era Pablo. Ella está enamorada más que él y todo, pero el problema es que los dos son muy tímidos y no se lo quieren decir el uno al otro, hasta que se metió de por medio Vanesa, la mejor amiga de Laura, y un viernes tarde los junto a los dos a escondidas y les obligo a decirles lo que sentían el uno por el otro.

A raíz de ahí, Laura y Pablo son pareja y ya llevan 6 meses, ¿Qué bonito es el amor no?

Semana 6: La máquina del tiempo

Y... ¡estamos en el ecuador del curso!. Es momento de trabajar sobre el tiempo de la narración, que para nada ha de coincidir con el tiempo cronológico.


Mike

Historia 1

Mike se despertó, llevaba toda la noche dando vueltas en la cama y al final se había quedado dormido de puro agotamiento, le dolía un montón la cabeza y otro tanto la garganta. Su madre se había marchado a trabajar hacia unas tres horas “estará a punto de volver” se dijo Mike.

Mike era de una familia sencilla, vivía en un modesto piso del centro de “finitud”, su madre trabajaba por las mañanas en un pequeño bar en el que servían desayunos y su padre era fontanero. Aquella mañana no había ido al instituto debido a su insistente picor de garganta, además tenía algo de fiebre.

Unas llaves sonaron, su madre había llegado a casa, en unos instantes entró en la habitación

-¿Qué tal hijo?- le preguntó cariñosa
-bueno-murmuró este

En ese momento su perro Dalí salió de la habitación corriendo con sus fuertes patas y ladrando alegremente

- Supongo que ese es tu padre- sonrió la madre, y acto seguido salió a recibirlo. Como siempre su padre se asomó por la puerta de la habitación sonriente con su característico mono azul, pero cuando estaba a punto de dar un beso a su hijo su madre gritó _ ¡el perro! Se ha marchado
-¿Cómo?- rugió su padre-¡ese chucho me ha costado el sueldo de un mes! ¡Mike tráele a casa!
-Cariño tiene que descansar-dijo su madre que temía los enfados de su esposo.
-Mamá tranquila ya me encuentro mejor- dijo Mike

En un momento se pusieron los abrigos y madre e hijo se fueron a buscar al perro desaparecido. Estuvieron buscándole una media hora

-Mamá no aparece- dijo desesperado Mike-papá se va a enfadar mucho
- Espera ¿no oyes algo?-A lo lejos se oía un ladrido lastimoso
-¡Dalí!- Exclamó lleno de alegría Mike y acto seguido salió disparado hacia el lugar de donde provenían los ladridos. Llegó a un callejón, los cubos de basura apestaban ya que todos estaban por el suelo y había muchas manchas de patas esparcidas alrededor de los cubos
-¿Dalí?-llamó Mike

En ese momento algo negro y asqueroso salió de uno de los cubos y se lanzó contra Mike

-Dalí pero mira como te has puesto -Mike y su madre se empezaron a reír aliviados mientras que el perro le daba a Mike daba afectuosos lametones.

Historia 2

Aquella mañana fue horrible, me encontraba fatal y no había podido levantarme de la cama, mi perro me lamia los dedos del pie mientras yo sujetaba una toalla mojada sobre mi ardiente frente, “vaya día” pensé”. Ahora, para colmo, mi madre va a volver y ni siquiera me he vestido”, en unos instantes entró en la habitación

_ ¿pero Mike no te has vestido?-me preguntó irritada
-no mamá, es que no tengo donde elegir-murmuré tratando de que la conversación terminara
-¡pues en cuanto te mejores nos vamos de compras! ¡Y di a John que limpie a ese perro! (John es nuestro mayordomo)

Mi madre salió de la habitación en el justo momento en el que me levantaba y corría al baño. Al cabo de un rato ya me encontraba mucho mejor. Me senté en la cama porque estaba algo mareado, Mi padre se asomó por la puerta, iba vestido con su característico y aburrido traje negro (era el embajador de España en Londres)

-Hola cariño- me saludó
-Hola papá
-bueno me tengo que marchar
-bueno pues adiós. Yo ya estaba acostumbrado a no ver a mi padre durante semanas enteras, así que aunque solo lo viera unos pocos segundos al día ya estaba satisfecho. Mi perro salió corriendo y enseguida se empezaron a oír golpes de platos que caían y estatuas rotas, aterrado por la simple idea de que el perro se hiciera daño salí corriendo detrás de él , recorrí los lujosos pasillos de la embajada, pero no había ni rastro de él. De vez en cuando veía a alguien en el suelo así que deducía que mi perro había pasado por allí. Al cabo de un buen rato de vagar por las estancias alguien grito, me dirigí hacía el lugar de donde procedían los gritos, la cocina. Al llegar mi visión fue catastrófica, todas las verduras estaban por el suelo, platos rotos, sartenes abolladas y otras muchas más cosas que no pude identificar. Al ver la puerta de la cocina abierta no me lo pensé, aunque la simple idea de ir al vertedero de la mansión me repugnaba. Salí, el olor era asqueroso y tenía ganas de vomitar pero me abstuve. Enseguida me fije en los destrozos hechos por mi pastor alemán y en un momento me lo encontré ante mí, empapado, manchado de un liquido que no quise tocar” será mejor que lo bañe” pensé, lo cogí como pude, ya que sus treinta kilos se dejaban notar, y lo lleve a la piscina, entre jadeos le zambullí y luego le froté mientras la piscina se volvía de un color verde caca asqueroso “menudo día” pensé sonriendo para mis adentros.

¿AMIGOS POR COINCIDENCIA?

-Ven, Dani, corre- me gritó Jasmine, ya que ambos teníamos prisa.

Todavía no entiendo cómo nos conocimos: hace tres años que vamos ambos al instituto, como otros 300 alumnos. No hemos estado juntos en ninguno de nuestros cursos. La primera vez que nos encontramos, fue en la salida del instituto, porque ella es la hija de un profesor y tenía que esperarlo para que la llevara a casa, y yo tuve que volver a clase a por mis libros, que se me habían olvidado.

Su única ayuda fue llamar a su padre a que me abriera la puerta, ya cerrada. Y no entiendo por qué, desde entonces somos amigos.

-¡Ya voy!- le respondí.- ¡Sólo me estoy atando los cordones!-

Hace dos años tuve un accidente (nada grave, solo una pierna rota, pero lo suficiente para armar un revuelo en todo el pueblo). Y, para mi sorpresa, a parte de mis amigos, vino ella, sola, y estuvimos hablando toda la tarde.

Era extraño: nos vimos sólo durante un instante, pero ella me recordaba, y se preocupaba por mí. Yo tardé varios minutos en recordar su nombre, pero no entiendo por qué me costó tanto, ya que su pelo color azabache le daba un enorme parecido a la princesa de la película Aladin.

-Hay que ver como tardas, Dani. ¡Que sólo tienes dos zapatos para atarte!- me encantaba su sentido del humor, siempre perspicaz.
-Ya estoy listo. ¿Qué es lo que quieres que veamos con tantas ganas?- lo mínimo que podía hacer era darme una pista.
-Es una sorpresa. Sólo cierra los ojos- le hice caso sin rechistar: así acabaríamos antes.
Intenté hacerme el tonto, pero sabía que íbamos a mi casa. En un pueblo, no es difícil aprender los caminos de las calles.

Me cogió las llaves del bolsillo sin que me diera cuenta, empujó mi puerta y me dejó abrir los ojos… tardé un poco en acostumbrarme a la luz. ¡Era mi perro!

-Pero… ¿cómo lo has encontrado? ¿Cuándo?- no podía creérmelo.
-Creía que era el tuyo, pero no estaba segura. Espero haber acertado.-

Hacía ya dos meses que se escapó, mientras lo paseaba. Él intentaba subir un terraplén de tierra, pero se escurría. Era gracioso, así que le dejé un rato. Lo que no me esperaba es que fuera capaz de subirlo con esas pequeñas patas que tiene. Cuando me di cuenta, ya se había alejado lo suficiente para que no me escuchara, o pudiera ignorarme.

Estuve mucho tiempo buscándolo, pero no lo encontré. Y ahora ella lo encuentra y lo trae así, como si no le hubiera costado nada. Desde luego Jasmine es increíble.

-Gracias. Gracias. No se cómo agradecértelo lo suficiente. Yo ya lo había dado por muerto. De verdad, gracias.-dije entre sollozos. Verlo así, de improviso, había sido algo que me no hubiera podido imaginarme de ninguna manera.
-Hombre, tranquilo. Total, ¿para qué están los amigos?- Jasmine, como entendiendo que quería estar con mi perro un rato, soltó las llaves, cerró la puerta y se fue.

HACE TRES AÑOS.

No conozco a nadie, pensé. Es lo que llevaba temiendo desde que me dijeron que me tenía que ir a vivir a otro lugar. Y encima a un pueblo. Allí todo el mundo se entera de todo. No quería amigos cotillas, de esos que sólo querían saber las cosas para contárselas a otros cuatro a la vez. Entonces, vi a alguien tan normal que me llamó la atención. Una niña tímida que siempre se quedaba la última para esperar a su padre, un profesor. Tal vez podría aprovechar que soy despistado para olvidarme los libros y así poder quedarme el último…

Morfeo

Si bien es el mejor día de tu vida el que más permanece en la memoria de uno, y el que más deseas revivir, es bien sabido también que el peor día de tu vida es el que más temerás. Claro que podría hablar sobre el mejor día de mi vida, pero esa alegría se había eclipsado ante el que hoy considero el peor.

Fue cuando asistí al entierro de mi abuelo. Él era el único que pudo llegar a comprenderme. Recuerdo que, de pequeño mi abuelo siempre me llevaba a su panadería, y allí me ofrecía uno de esos bollos de crema que tanto me gustaban . Me encantaba pasar el tiempo con mi abuelo , lo pasábamos muy bien juntos y de repente ¡ pum ! , y el corazón de mi abuelo dejo de funcionar .

Al acabar el entierro , me volví con mis padres a casa y rebusque entre mis cosas que tenía en los cajones y que hacía años que no miraba . En el fondo de un cajón encontré una nota : Una nota … de mi abuelo .

” A mi nieto :
Tomás , la abuela ha escondido las galletas de chocolate en la cómoda de su cuarto . Ve y coge unas cuantas ”

Sonreí : Mi abuelo siempre había tenido un gran sentido del humor . Por un momento pensé que lo que había en la nota era algo importante … pero no era asi

Salí de mi cuarto pensando en que íbamos a cenar ese día , y de repente oí un ruido y vi una silueta deslizándose por el pasillo : Un gato

- ¿ Cómo has entrado ? Fuera , si te ve mama se va armar una buena . Espera , tú , tú eres el gato de mi abuelo . ¿ Qué haces aquí ? Es como si supieras que …
- Miau – maulló el gato
- Siempre pensé que eras muy raro.

Ignore al gato y fui al comedor . Y así acabo el día . Ni podía imaginar que ese gato había venido porque mi abuelo había fallecido .

Segunda historia :

- Papa ¿ me cuentas la historia de Morfeo ?

- Vale . ,Morfeo era un gato muy especial , el de tu tatarabuelo . Él le puso ese nombre porque siempre estaba durmiendo . Tu tatarabuelo estaba muy unido a ese gato . Tanto , que cuando tu tatarabuelo murió el gato , que no vivía en su casa sino que dormía en la calle , pareció presentir lo que había pasado y volvió a su casa , donde mi padre lo encontró . Tras verlo , el gato saltó la cómoda de mi bisabuela que estaba entreabierta y cogió una caja de galletas que había escondida y tras eso nadie lo volvió a ver .

- ¿ Nadie ?

- Nadie . Y es una pena , porque me habría gustado verlo . Venga ¡ a la cama !

Y mientras todo esto sucedía , un gato observaba la escena desde el alfeizar de la casa de enfrente , un gato en cuya placa ponía “ Morfeo ”

Marcos

1º HISTORIA

Era un sábado por la mañana, Marcos jugaba con Tobby, su perro, él le tiraba la pelotita y Tobby acudía a por ella corriendo y se la devolvía, era una mañana aburrida pero no parecía importarles. Cuando de repente aparece su padre diciéndole que él quería hacer algo distinto con él, así que se le ocurrió ir al museo de la prehistoria que había en su ciudad. Marcos iba muy obligado. Cuando llegaron allí Marcos intentó huir pero su padre le obligó a quedarse allí. Era tanto el suplicio que tenía que hacer Marcos que decidió fugarse, se escapó por todo el museo, es cuando empieza a pasárselo bien. Su padre avisó a seguridad y buscaron a Marcos por todo el museo, pero a él le dio igual, siguió correteando por los pasillos del prehistórico. Cuando se cansó se apoyo sobre la pared y se calló hacia atrás, era una puerta oculta que los muy tontos se habían dejado abierta. Disimuladamente Marcos entró y descubrió que esa sala estaba llena de los cuadros más importantes de todo el mundo. ¿Qué hacían allí? Y lo más raro, ¿Qué hacían esos cuadros en un museo? Eso era un descubrimiento, podía ser un delito, así que decidió avisar a su padre a escondidas para que fuera a ver eso, pero la puerta ya no estaba donde Marcos la encontró, directamente, la puerta ya no estaba.

2º HISTORIA

Marcos llega del museo con su padre y le cuenta a su madre todo lo ocurrido. Resulta que su padre le obligó a quedarse en casa pero Marcos no quiso, él quería ir al museo, se quería enriquecer, saber más. Así que se fue con su padre al museo de la prehistoria. Marcos se apoyo en una pared y descubrió una puerta secreta que había en la pared y estaba abierta, Marcos se asustó y salió corriendo por todo el museo, buscó a su padre pero no lo encontró, sería porque los dos irían por ahí buscándose mutuamente. Como no lo encontró volvió hacia la puerta y entró. Descubrió un montón de cosas y decidió ponerse en serio en buscar a su padre, así que dejó la puerta entreabierta y volvió en busca de su padre, esta vez, con suerte, y le comentó lo que pasó. Los dos fueron hacia la puerta, pero había desaparecido.

MEMORIAS

Amaneció con el cantar de un águila cruzando el campamento, buen presagio, o tal vez malo, no lo sé ni me importa, nunca he creído en esa clase de memeces, soy más bien hombre de hechos. Ése día en concreto tengo que relatarlo detenidamente, sus acontecimientos condicionaron nuestra elección. El senado había decidido que debíamos permanecer al norte del río Rubicón. Éste río separa territorio romano de la barbarie, es la frontera entre la civilización y ellos. 12 años de peleas continuas para intentar mantener un control sobre esas tierras que nunca tuvimos, me atrevería a decir que mas que conquistar todo lo que hemos estado haciendo a sido sobrevivir en territorio enemigo.

Y Roma nos traicionó, dejaron de mandarnos nuevas levas y suministros, nuestras órdenes eran quedarnos dónde estábamos hasta el fin. La guerra con el imperio Cartaginés no marchaba bien, Sicilia todavía no era nuestra y para tener su control hacían falta muchos refuerzos y por eso nos abandonaron. Así que decidieron ceder con el tiempo el Rubicón y trasladar la frontera a Capua. Esos de Capua, malditos bastardos, nos miran con aire de superioridad porque su ciudad es más limpia y espaciosa que la nuestra, pero la verdad es que Roma es una ciudad libre, Capua no.

Amo a Roma, eso es algo que todos los romanos llevamos dentro, nuestro orgullo de ser nosotros. Y mi amor por Roma me llevó a realizar lo que hice. Tomé mi decisión nada más levantarme. Y por los resultados os puedo asegurar que hice lo mejor que podía hacer.

Llamé a mi centurión y le di orden de levantar el campamento. Temeroso me preguntó dónde íbamos y cuando le respondí se quedó blanco. A la hora de la verdad, Lucio Domicio, mi centurión, en batalla concretamente, era de los más valientes, pero lo que le acababa de decir, que por cierto, todos se lo imaginaban, le causó mucho respeto. Ése día, 23 de Febrero del año 35 d.C, Cruzamos el Rubicón y partimos hacia Roma.

Tardamos 1 mes aproximadamente en llegar al corazón de Italia, llegamos fácilmente y sin incidencias, no saqueamos nada, es nuestra tierra. Un ejército romano formado por 3 legiones aguardaban en los campos de Cannes nuestra llegada. 3 legiones comandadas por el dos veces cónsul Licinio Valerianio.


25 de Marzo del año 35 d.C. El ejército romano formó un semicírculo rodeándonos por delante. Mi legión estaba formado únicamente por veteranos, en cambio el ejercito romano había puesto a los novatos en el centro de su formación, para evitar que huyeran despavoridos. No teníamos apenas caballería así que había que optimizar su función y vaya si lo hicimos.

Todo sucedió de la mejor manera, nos triplicaban en número pero para vencer a nuestra legión hacía falta algo más que eso. Habíamos aprendido muchas cosas en la Galia que aquí no conocían. La infantería romana por lo general lanzaba el pílum antes de cargar y eso hicieron y nosotros también, y cuando cargaron olvidando protegerse con sus escudos les lanzamos una segunda ráfaga, esta vez de hachas pequeñas lanzadas al aire, letales.

Hasta 3 oleadas de hachas nos dio tiempo de lanzar mas centenares de flechas de nuestros arqueros, las primeras filas del ejército del cónsul cayeron antes de llegar y los novatos aflojaron en su marcha. Nosotros cargamos con todo por el centro, eso quería decir que nos atacarían libremente por los flancos, pero para estaba la caballería, su misión fue hacer el máximo daño posible y darnos tiempos a destrozar el centro del ejército de Licinio. Y así fue, nuestra embestida fue bestial, atravesamos su centro limpiamente, habíamos dividido el ejército Romano en dos, así que las dos partes no tuvieron más remedio que huir, al pensar que solo quedaban ellos. Por supuesto yo me lo pasé genial en primera fila, mis hombres se sentían bien si yo luchaba con ellos codo con codo.

Roma nos recibió con las puertas abiertas así que tomé el control de la ciudad y del imperio. Abolí el senado, me convertí en el gobernador de Roma. A lo largo de estos años conseguí acabar con la guerra contra los cartagineses. Fui a Sicilia y la conquisté, luego conquisté iberia y finalmente fuimos a borrar del mapa Cartago. Todo estaba bajo control, excepto una cosa, los galos. Nada más llegar a Roma preparé mi marcha, nos dirijimos a cruzar de nuevo el Rubicón.
14 de Julio del año 45 d.C. Estos años de tregua con los bárbaros los han sabido utilizar, nos han machado en casi todas las ocasiones. Ahora 2 años después nos encontramos en una situación bastante peliaguda, estamos rodeados, nuestra única opción es salir de aquí rebanando cabezas. Si no escribo más significa que ésta ha sido mi última batalla.

En honor a todos aquellos que han derramado sangre conmigo, nos vemos en el Hades. Malditos galos.

El stick

El stick me había dado directamente en la cara. Perdí el conocimiento en cuanto recibí el impacto.

Me levanté de la cama del hospital dos horas más tarde con un dolor de cabeza increíble. Por suerte me dejaron ir hasta el ciber del hospital. ¡Vivan los hospitales modernos! Me conecté al chat y abrí mi cuenta de correo. Todo había empezado un día como otro cualquiera, pero aun recuerdo mi primer mensaje

“La verdad, no sé para qué escribo este blog, supongo que, como para todas las cosas es porque no tengo nada que hacer. En fin, mi presentación: ´

Soy Marcos, un chico de 12 años, de pelo moreno, alto y con los ojos verdes. Soy forofo (mi familia prefiere decir fanático) del hockey. Juego en un equipo y nos lo pasamos muy bien yendo a los campeonatos, que siempre ganamos.

También me gusta jugar al go, un juego de origen asiático y montar en bicicleta. Soy tranquilo, así que es normal que me gusten estas cosas, supongo. Pero lo que de verdad me gusta hacer es pasear con mi perro Hook, un Beagle que adopté cuando era pequeño de una perrera y al que salvé de un destino terrible.

Bueno, hasta aquí mi primera entrada, espero que la primera de muchas, saludos” y lo que dije en ese mensaje era cierto. Ese había sido el primero de mis ya más de 200 mensajes. Y todo por él. La persona más maravillosa que había conocido. Se llamaba Hook, bueno, así se llamaba en el chat, evidentemente. Y era una de las cosas por las que me caía tan bien. Habíamos empezado a hablar por el nombre de mi perro y habíamos acabado dándonos cuenta de que nos gustaban los mismos libros, las mismas películas y que incluso le gustaba el hockey. Tras un mes de conversaciones quedamos, pero decidimos que no nos diríamos nuestros nombres, ya que no hubiéramos tenido ninguna razón para empezar a hablar, así que él sería Hook y yo sería hockey-man. Y yo había faltado a nuestra “cita”. ¿Habría perdido la posibilidad de encontrar a mi mejor amigo o seguiría aburriéndome? Que dilema…

P.D.: Siento el retraso, pero ha sido una conjunción de no-ordenador y pensar que esto duraba dos semanas…
David
Esponja de palabras es el blog del curso online Taller de Narrativa: durante 12 semanas absorberemos y escupiremos lo que vayamos trabajando en nuestro taller. ¡Bienvenido!
 
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